" ¡¡¡ NUNCA ME HAGAN ESO !!!"

Sabia y premonitoria expresión de un genio incomprendido, quien sufrió en más de una ocasión el embate de las Finísimas Personas, o de sus indirectos y anónimos actos; quienes se dedican a hacer que estemos arrepentidos hasta del dia en que nacimos; que son capaces de arrancarnos pensamientos del calibre de "Disuélvete, Concha" o "Trágame tierra".

domingo, 19 de julio de 2009

Un año más de vida (de puro milagro)



Mis niños, espero perdonen el semiolvido en el que los he tenido, pero cuando me propongo escribir algo, se atraviesa alguna otra cosa, ya saben, "uno pone yDios dispone".

El jueves pasado añadí un año más a mi existencia, y, cosa curiosa, comencé a hacer lo que nunca me había llamado la atención; a fijarme en las arrugas que han comenzado a hacer su fatídica aparición por mi rostro. El resultado ha sido un poco desalentador, en efecto, ya encontré algunas y me causa un poco de tristeza el hallazgo, pero ni modo, eso es algo que no se puede evitar, sobre todo si tomamos en cuenta que entre mis costumbres no se encuentra el irme a la cama a dormir, por lo menos, no antes de las 5:30 a.m.

Debo reconocer que sufro de una adicción, la adicción a internet, también es por eso que encuentro cada porquería que hace que tenga mis regresiones a la infancia y me llene de miedo, y que espere hasta el amanecer para ir corriendo al wc, y por lo tanto con una dimensión abdominal tal que me hace pasar por botarga del Dr. Simi, pero sin bigote.

No es nada bueno, ya lo había yo comentado en la segunda entrada de este blog, pero estoy luchando contra eso. Mi estado físico y emocional me lo reclaman. Intentaré con yoga, me interesa mucho el reiki, y hasta estoy pensando en retomar el tae kwon do, y comenzar a practicar kick boxing, aunque he escuchado reclamos por parte de mi consorte para que desista de tan bélicas aficiones deportivas, pero la verdad, es lo que me gusta. Lo que sucede es que lo llena de temor que yo pueda causar algún tipo de daño irremediable en su face o en su osamenta; y le respondo que no tema, que si no mete la mano ensangrentada al mar, los tiburones no lo dañarán (o lo que es lo mesmo, no me des motivos, musaraña)

Al encender la televisión, me encuentro con una nota en uno de ésos mentados programas de espectáculos, en los que por obra y milagro de la Santísima Trinidad, no están hablando ni de Michael Jackson, ni de ningún otro integrante de la fauna nociva del espectáculo (que son la mayoría); el tema de la nota era la trayectoria de Silvia Pinal, y de que en España le harán (o le hicieron) un reconocimiento por ello. Eso está re bien, pero lo que me llama la atención es que la Pinal tiene cara de muñeca de teatro kabuki, es decir, los ojos los tiene ya tan chiquitos por tanta estirada, que, júrenlo ustedes, cada vez que se ríe, es inevitable que levante sus piecitos del suelo.

De inmediato, la nota farandulera se enfoca en la Tigresa, agobiada por sus problemas legales y sus padecimientos físicos, y veo que sufre de lo mismo que Pinal, los ojos cáidos por la misma razón. Entonces me queda claro porqué a ellas, y a las demás que se han arreglado sus caritas, les llaman las Flipper; no es por amistosas ni por socorrer de inmediato a quien se encuentre en problemas en medio del océano, lo que sucede es que con tanta cirugía ya tienen el ombligo en la nuca, sólo que ellas no respiran por ahí.

Y entonces, corro hacia mi aposento de descanso y me observo de nuevo, veo claros signos de cansancio y decido dormir de un tirón, arrullo a los retoños y me dispongo a entregarme a sutiles devaneos con Morfeo, pero la deidad griega sale de mi hogar lanzando ajos y cebollas y profundamente decepcionado, pues en cuanto llega mi consorte, literalmente secuestro la computadora y me conecto, pero eso sí, pregonando "sólo consulto mi correo", abro mis archivos musicales y comienzo mi faena de relajamiento, que se extiende sin yo sentirlo, hasta que empiezo a escuchar los trinos de los pajaritos, saludando al nuevo día.

Ya para este momento, cuento con un inimitable aspecto de Nosferatu, y decido ir a descansar profundamente... sí, cómo no, hasta que mi reposo se ve interrumpido por un ¡BUÁÁÁÁÁ !, mi retoño pequeño, exigiendo a las 6:30 a.m. su desayuno, puntualmente. Como vil zombie me encamino a la cocina y comienzo a preparar sus alimentos; y cuando llego hasta donde está, veo que me mira con cara de "¿Qué te pasa, maestra?", y me doy cuenta de que la razón de tal mirada es porque, en lugar de su cereal, le llevo dos cubos de Knorr Suiza apachurrados, diluidos con jugo y con su cucharita, mientras mi retoño mayor me observa y ella, de plano, si me dice, "estás grave mamá".

Me estoy autodestruyendo... pero qué rebuenos están los videos de ovnis, fantasmas y caídas chistosas.

He dicho.

martes, 7 de julio de 2009

Dominguito electoral. (o cómo ser buen mexicano)

Mis niños, es un gusto estar de nuevo por aquí. Acabamos de tener nuestra jornada electoral, la cual, gracias a Dios ya terminó, junto con el desfile de innumerables spots políticos; con los cuales el IFE, en lugar de informarnos, nos orilló a acrecentar nuestras ganas de regalarles a todos los protagonistas de las campañas un balazo calibre .38 súper entre ceja y ceja.


También tuvimos una encarnizada lucha entre los partidarios del voto nulo, del voto en blanco y del voto efectivo, todos ellos dando sus razones para convencernos de que su propuesta era la correcta, muy válido, y todos participamos directa o indirectamente, haciendo nuestra alguna de esas propuestas.

Mi retoño mayor me acompañó a la casilla y tenía puesta toda su atención en mis movimientos; y me dijo algo que me sacó de la abismal modorra dominguera que me cargaba, tengan en cuenta que la noche anterior mi consorte y yo tuvimos una muy animada fiesta en compañía de más de cuarenta amigos haitianos, así que imagínense la jiribilla y la alegría, lo cual nos dejó como consecuencia un desvelón de miedo (a los cuales yo estoy más que habituada, mi hora de dormir es a partir de las 5 am), en fin, vayan mis más afectuosos saludos a la comunidad haitiana de México, tienen mi respeto y afecto absolutos, por ser ellos así, respetuosos, caballerosos y bullangueros. (aparte de que cocinan riquísimo)

Bueno, luego de este comentario internacional, retomo las palabras de mi retoño: "Mamá, no se te ocurra anular tu voto o no votar, eso no es de buenos mexicanos". Y viniendo de ella lo tengo muy en cuenta, aparte de que es sangre de mi sangre, acaba de pasar por un episodio no muy agradable en su escuela. Resulta que una de sus compañeras, con quien se llevaba muy bien, le soltó de repente la noticia de que ya no pertenecía (mi niña) al Club de las Mejores Amigas. Lo normal hubiese sido que le obsequiara una mentada generosa y se marchara (no es cierto, sólo la manda derechito a Pilford); pero cuando preguntó la razón de semejante exclusión, mi hija, al igual que yo, se quedó de una pieza, aquí les transcribo las razones que le dio la mini méndiga:

"Sara, tú ya no puedes estar en mi club, porque NO LLEGAS EN CAMIONETA (AQUÍ ENTRAN LAS MÁS CARAS CAMIONETAS ALEMANAS Y JAPONESAS), NO TIENES CELULAR CON CÁMARA DE FOTO Y VIDEO Y REPRODUCTOR MP3 NI TIENES TELEVISIÓN NI COMPUTADORA EN TU CUARTO". Mi niña le preguntó entonces por qué hacía unas cuantas semanas todo estaba bien entre ellas, y la mocosa le contestó que hacía unas semanas, mi hija llegaba a la escuela acompañada por su papá "en ese carro rojo tan bonito y elegante" y que por eso, se imaginaba que mi hija tenía todo lo antes mencionado, pero como ahora "llegas con tu mamá EN TAXI, no puedes seguir más en mi club". Mi hija le contestó que no importaba, que le iba a decir a su abuelita Cristina que la inscribiera en su club; la mocosa aquélla no se quedó con la duda y le preguntó que cuál era ese club, y mi hija le respondió que el Club Rotario y que además, su abuelita era hija de un mastodonte (en realidad quiso decir de un masón, pero se le olvidó la palabra correcta, la cual me preguntó a la salida de la escuela y le fue a comunicar de inmediato a la pequeña neonazi).

Debo decir que mientras ella me contaba todo esto, yo hice acopio de hipocresía y me mostré tranquila, y le dije que no debía preocuparse en lo absoluto, que no vale la pena tener a esa niña como amiga por reducir la amistad a un simple acopio de bienes. Pero lo que de verdad me enfureció fue que al dia siguiente, me dice mi retoño que la fascista esa le había dicho esa mañana que ya podía regresar al club, porque su mamá ya le había explicado lo que quería decir Club Rotario y Masonería, cuando mi hija le pregunta las explicaciones recibidas, lo que le dijo la facha esa fue que "sólo la gente de cierta categoría y nivel social y económico puede pertenecer a semejantes cosas, así que TE PERDONO Y PUEDES REGRESAR AL CLUB".

Háganme ustedes el !"#$%&()=?¡¿' favor. Como comprenderán, yo no me pude quedar como si nada y esperé a la mamá de semejante escarabajo y comencé a espetarle que, aparte de clasista, era una absoluta tarada ahogada en la ignorancia, que si le iba a explicar algo a la enana, debía de hacerlo de manera correcta y que además... bueno, no les puedo decir lo siguiente, sólo sepan que afloró mi Finísima Persona y que aquéllo fue algo demencial. Al salir mi hija, me dice: "ya no te enojes mamá, le pregunté a zutanita que si ella tenía una familia que la quisiera como a mí me quiere la mía, me dijo que no, le pregunté que si tenía un abuelito que jugara con ella y que le gustara que le cantara canciones, me dijo que no, le pregunté que si su otro abuelito le iba a los Pumas, y que si su abuelita le regalaba imanes para su refri, o si su otra abuelita le sobaba sus pies cuando llega de la escuela y la enseña a persignarse; me dijo que no; y yo le dije que eso no era de buenos mexicanos, que yo no puedo ser amiga de alguien que no es buen mexicano".

Aún no salgo de mi estupor y estoy repasando día a día esa lección para aprenderla y ejercerla como Dios manda, pero una cosa si es segura, orgullosamente les digo que mi hija es muy buena mexicana.

He dicho.